Nos vamos de boda, capítulo 2

Aparte de todos los tipos de criaturas que comenté que puede uno esperar encontrar en una boda, que no son pocos, todavía se puede encontrar alguno más…

La tía solterona es ni más ni menos que eso: tía de alguno de los novios y no es que a la mujer se le pasara el arroz, sino que hace tiempo que va echando tufillo a requemado. La tía solterona no ha perdido la ilusión de casarse (aunque su último ligue fuera un abuelo de Tutankhamon), y acecha con inusitada destreza a todos los hombres en edad de merecer de la boda (o sea, todos, la tía solterona no ha perdido la ilusión, pero tampoco se hace demasiadas ilusiones). En raras ocasiones aparecen más de un sujeto de esta especie en la misma boda, y no se considera peligrosa excepto con miembros de su propia especie (y es que si encontrar novio a los 300 años es complicado para una, imagínate para dos). Sus métodos de caza son de todo menos taimados, y afortunadamente para muchos el estado físico de la tía solterona no suele ser el mejor, así que es relativamente fácil detectarla y poner tierra (o canapés) de por medio.

El ligón es una especie en extinción. Antiguamente, cuando la gente se casaba joven (y además se casaban muchísimos, ahora está más de moda arrejuntarse y si acaso hacer pareja de hecho) estaba claro que podía uno encontrar en las bodas con un porcentaje interesante de solteras (y solteros, pero a esos ni caso) y ahí es donde entraba el ligón. El lugar, la temperatura y algunos otras cualidades ambientales que se dan en los lugares de celebración son el caldo de cultivo idoneo para estos seres; el alcohol en buenas cantidades y una labia desmesurada son sus armas a la hora de perseguir y acosar a las solteras (porque normalmente el sexo del ligón es masculino, las ligonas son criaturas legendarias en el mejor de los casos), que se ven acorraladas y deben considerar al ligón un ejemplar peligroso (aunque puede servir para elevar el ego de las susodichas y objetivo de burlas sangrantes en otros casos).

Uno de los más molestos a largo plazo es sin duda el Azuzador. El azuzador es alguien a quien parecen gustarle las bodas (cosas veredes, Sancho), y que acecha a los solteros (sobre todo a las solteras) con la intención de soltarle en el momento más inoportuno un durísimo «y tú para cuándo, hermosa». No serán pocas las que admitan que una puñalada entre los homóplatos y posterior retorcer la hoja dentro, es menos molesto que un constante golpeteo de azuzador en las orejas. El perfil del azuzador suele incluir edad avanzada (o tremendamente avanzada), sexo femenino (aunque los masculinos no son extraños) y una perenne sonrisa entre divertida y condescenciente (si es que parece que te esté haciendo un favor pegándote el empujoncito y que le des penita por estar soltero). Los azuzadores (porque puede haber varios por boda, incluso por mesa), son especialmente peligrosos para las parejas porque ya tienen medio camino hecho (la pareja, no los azuzadores) y parece que eso les infunde fuerzas para seguir dándole a la lengua.

Las solteras y sin compromiso pueden verse entre dos fuegos cuando unen sus fuerzas el ligón y el azuzador. Estas dos especies forman una especie de pareja simbiótica (puede que parasitaria si el ligón tiene experiencia), cuando el ligón utiliza al azuzador para que le presente alguna soltera a la que el azuzador tiene especial atención. Hablando sin sutilezas: está la (pobre) chavala tan tranquila haciendo cualquier cosa que se pueda hacer en una boda, y de momento aparece un azuzador y le presenta a un tío con ojos de águila (por lo de rapaz, no por especial buena vista) y una sonrisa de tiburón (por lo de depredador) que asusta hasta a la más pintada; por supuesto el azuzador se queda más a gusto que todo porque ya se ha imaginado hasta la ropa que se pondrá para la boda de la «nueva» pareja. Lo mejor que puede hacer la víctima en esos momentos es salir corriendo como si fueran las 12 de la noche y procurar que si se le cae el zapatito de cristal que se rompa y no puedan localizarla…

Y hablando de solteras y ligones. Eso de que en las bodas es uno de los sitios en los que más se liga es una leyenda urbana, aquí el menda lerenda no se come un rosco en las bodas (ni fuera tampoco, pero no estamos hablando de eso) ni aunque se emborrachen (ellas).

En el próximo capítulo, las partes importantes de la boda…

PD: la idea del azuzador es un añadido surgido del comentario en el Capítulo 1 que dejó Girlonaleash, sin el cual, al fin y al cabo, este post sería un párrafo más corto, lo que no sabría decir si es bueno o es malo, en cualquier caso es culpa suya.

PD2: sí, este es más corto y más flojito que el anterior, pero estoy liado con las felicitaciones y no doy abasto, me estais estresaaaaaaaaando.

Frase del día:
«Nothing can ever change us now.»

5 pensamientos en “Nos vamos de boda, capítulo 2

  1. girlonaleash

    gracias gracias *se tapa por si alguien le intenta pegar por darte la idea*
    Creo que te dejas a la Jumanji (llamadas así porque cuando ven canapés o suben al tren, embisten cuan rinocerontes de la ya mencionada pelicula) esas abuelas que llevan el pelo a lo Mars attack (pelo en plan casco y de fabricación en série o Fordista en las pelus). Sinceramente son las que más miedo me dan , sobretodo cuando en als bosdas de alto compete chillan, nena!!! ande estan los pinchos de tortilla y la mojama?? que esto se me quedará hecho trizás en el tupper pal perro!!! XD
    CaRpE DiEm ;)

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  2. Anchoa a la Vinagreta

    Discrepo contigo en el caso del ligón. El ligon/+=a puede llegar a ser cualquier sujeto si se dan unas condiciones favorables, es decir, si se da el caso de que hay dos tias/os que a ti te ponen bruto/a, tu te conviertes en ligon por necesidad.
    El individuo que deberia entrar en el estudio es el Acosador, que casi siempre suele ser varón. Este tipejo debería ser rociado con Spray anti-violadores en cuanto es detectado. No suelo hacer juicios de valor a priori, pero cuando veo estos especímenes en acción, no sé exactamente por qué pero me entran unas ganas tremendas de extirparles la espina dorsal con mis propias manos.
    En fin, que creo que es un error de concepto confundir ligon con acosador (supongo que te querías referir a éste último).

    Un grupo que siempre esta en las bodas es el de las «cuarentonas desinhibidas», no necesariamente solteras. Son las típicas que cuando empieza a sonar la música te sacan (obligan) a bailar con ellas. Lo peor de ésto es que siempre bailan como si estubiesen rodando un vídeo de Jennifer López, y a la que te descuidas te echan mano a lo primero que pillan….en fin, vergonzoso.

    Un Saludo, Anchoa a la Vinagreta.

    P.S. Yo, si me sacan a bailar y no veo tetas a mi me devuelven el dinero.

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  3. Su

    Hay una cosa que te puede destruir la moral, que es que tus amigos de toda la vida se emparejen del todo (con boda o no) y se vayan transformando en la especie azuzadora. Da mucho miedo. :-/

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  4. Alba

    Azuzador… de esos conozco demasiados. Tios, tias, primas, amigos, No importa de que tipo sean porque para mi, todos son Azuzadores, ¿nena y tu cuando te vas a dejar que te enganchen? (juro que esta frase es COMPLETAMENTE VERIDICA) mi cara de circunstancia, dudas sobre si responder un más que merecido improperio o bien hacer como que no me importa nada y pegarle un sorbo a la copichuela de vino por no lanzarme a cortar yugulares a diestro y siniestro…

    Definitivamente, lo mio no son las bodas ni eventos sociales, ya lo dije soy una anti-social y orgullosa de ello!

    Besitos

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