Ayer, día 9 de diciembre de 2006, con motivo de las fiestas patronales del municipio, debía celebrarse en la carpa del recinto ferial de Mazarrón, un concierto del arti’ta David Bustamante. El lugar se encontraba abarrotado de fans de varias nacionalidades (ya que se conoce que habían venido incluso de Portugal para asistir a dicho evento), concentrándose una cantidad de personas difícilmente numerables.

Los hechos acontecieron al comienzo del acontecimiento, a las 9 de la noche aproximadamente, cuando permitieron entrar al lugar a toda la gente que se encontraba esperando al comienzo desde primeras horas de la tarde incluso. En ese momento, se lanzó la gente como posesos a coger sitio en la primera fila, pruduciendo encontronazos entre diferentes sectores del chiquillerío y no tan chiquillerío, habiéndo intercambio de improperios variados como si un concierto de un grupo punk de tercera regional se tratara. Finalmente los ánimos se caldearon tanto que una «pelomocho asquerosa de treinta años por lo menos» agredió físicamente a una menor vecina del lugar, provocándole una brecha en el labio superior, y relegándola a tercera fila. La primera fila, como viene siendo habitual en la sabana africana, se la quedaron los más fuertes, incluidas varias señoras de edad avanzada que no dudaron en blandir los bastones como si de un arma al uso se tratara. Los portugueses alucinarían, claro, si es que no los hostiaron también.

Finalmente, a las 23:25 hora local, llegó el arti’ta Bustamante en sus tres coches de marca Mercedes. El arti’ta se subió al escenario y dijo amablemente: «Hoy estoy aquí en Mazarrón, las personas no van a su trabajo cuando lo que necesitan, en este caso la garganta, no van a poder utilizarlo bien y a mí me ha tocado faringitis», a lo que una exaltada respondió que si «esto son horas de avisar» y But’ta dijo que «al menos yo he tenido dos huevos y he dado la cara para decir qué es lo que tengo». Sólo Dios sabe cómo no se colapsó el universo en ese mismo momento, porque los ánimos se pusieron como para hacer parecer el Bigbang una pompa de chicle.

Fuentes cercanas a la investigación parecen indicar que el bueno de But’ta llamó a un médido del Hospital de Ntra. Sra. del Rossell (Cartagena) para que viniera a firmarle un justificante médico que le permitiera no ir al colegi… perdón, dar el concierto esa noche.

PD: Todo esto es completamente verídico, aunque parece que ningún periódico se ha hecho eco del tema, intentaré mantener esto actualizado si es que hay algo más que decir. Manda cojones (y no los del But’ta).

Actualización. Diario La Verdad (Edición digital). Atentos a lo de «cariñosas» palabras, sin duda referidas al detalle de «yo he tenido dos huevos», a este paso soltarle a la churri «tengo los huevos llenos de amor para tí» se considerará el acabose del romanticismo más recalcitrante. Lástima que no diga nada del resto de incidentes.