Echando mano de los cangrejos

Antes de todo vamos a ponernos sinceros: tengo ganas de escribir pero ni la más remota idea de sobre qué ni cuánto ni cómo, o sea, tengo ganas de escribir pero se ve que la inspiración la tengo todavía de vacaciones (es lo malo de la Semana Santa, que se larga hasta el Tato).

Recuerdo que tengo una serie de temas clásicos apuntaditos en un montón de tarjetas, los típicos de los que se echa mano cuando se asalta a alguien en la barra de un garito con la sana intención de pasar una noche de lujuria y pasión, a saber: el último ligue de la rubia esa que estaba en el candelabro, la última película ganadora de los premios de la academia de cine de Kazajstán, el sexo de los ángeles, ó, con diferencia, el que triunfa, uno de mis temas preferidos: la adaptación al ecosistema y la vida de los cangrejos bermejos en la cuenca norte del Ebro.

Es un temazo infalible. Es que te plantas ahí, moviéndote como si en lugar de esqueleto tuvieras un pegote de blandiblú pasado de fecha, te acercas a la chica (o al maromo) y le sueltas algo como…

“Hola, he visto desde allí como me mirabas desde aquí y he pensado que vaya tet… que se te ve cara de intelectual y sin embargo te veo como pez en el agua. No podía dejar pasar esta oportunidad de mirarte de cerca el esc… esos ojazos que tienes, y curiosamente me ha venido a la mente que lo mismo te interesan los cangrejos bermejos…” (Las lectoras harán bien en cambiar “tet…” por “paqu…” y “esc…” por “cul…”, a menos que les vaya el rollo bollo, en cuyo caso pueden dejarlo como está todo.)

Y ahí ya ha caído, nadie puede resistirse al temita de los cangrejos bermejos, es que son infalibles, allá donde lo sueltes triunfas. Se conoce que aquella vez, Julio César estaba dando el discurso en que mandaba a freir espárragos a todo el senado romano, estaban allí todos con una cara de “aquí se masca entierro” y dijo Julio “sabéis que en el norte del Ebro hay unos cangrejos bermejos que…”, y lo sacaron en hombros. Una fiera el tío, y un crack el tema de los cangrejos.

Por eso es que había pensado yo en hablar de los cangrejos bermejos. ¿Qué mejor tema cuando no tienes tema, que sacar a los cangrejitos de marras y dedicarte a contar sus maravillas? Es que no lo hay, sencillamente no lo hay.
Tengo un amigo (y lo curioso es que si hablas algo malo de un amigo, siempre piensa todo el mundo que dices que es un amigo para evitar tú la vergüenza, pero si dices por ejemplo, que tienes un amigo que se harta a ligar y que moja el churro día sí, día también, nadie piensa que seas tú…), que estaba haciendo un examen de electrónica digital en la universidad, y como no tenía ni idea, se le ocurrió escribir un resumen sobre las cualidades reproductivas de los cangrejos bermejos (qué pasa, esto es TPF, aquí tenía que salir el sexo por algún lado), y el tío terminó sacando una notaza en el examen, sin tener ni idea del examen. Lo que yo os diga, si es que estos bichitos son canelita fina.

Y bueno, me estaba yendo por las ramas un montón, lo mejor es que me ponga ya en faena o me va a quedar un post auténticamente cutre. Aunque el caso es que si ahora es cuando hablo, y con todo lo que se puede contar sobre los cangrejos bermejos, se puede alargar una morterada esto, casi mejor lo dejo para otro día y esto se queda como introducción.

PD: Sí, se me va la pinza… ¿Y qué?

6 pensamientos en “Echando mano de los cangrejos

  1. Pikifiore

    Oye, pues date prisa en escribir ese post sobre los cangrejos bermejos porque yo el día 23 tengo un examen de la COnstitución española, y como me quede sin inspiración siempre podré recurrir a los bichitos de marras ¿no?, aunque bueno, aún me quedará el infalible tema de la cría de sapos bufónidos en las cumbres del Himalaya. Un beso

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  2. Noe

    Y yo soy masoca… ¿por qué? porque como si no hubiera tenido suficiente el otro día con esto, voy y me lo leo otra vez ¬¬. No me puedo creer que hayas escrito 28 líneas (sí, las he contado, que pasa, me aburro…) y no hables absolutamente de nada, creo que la próxima vez me lo pensaré mejor antes de desafiarte xD

    A mí los cangrejos bermejos no me dicen nada, prefiero los gusanos marinos, que los hay de todos los colores y sabores.

    ;)*

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  3. Kaguya

    Cuando no sepas de que hablar, habla de Galicia. Yo lo hice en un éxamen de geografía, y saqué una notaza… Dicho así, parece que no tiene mucho mérito, pero la cosa es que en el examen se nos pedía que hablásemos sobre Valencia.

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  4. Alba

    Prefiero las Belugas a los cangrejillos estos. Son más monas XD

    A ver si en vez de quedarte con el personal te dignas a escribir algo decenteeeeeeee XDXDXD

    SSDD

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