Sé que parece que tenga una tremenda afición por la publicidad, que hay muchos, pero muchos, muchos, muchos ejemplos, pero todo tiene su explicación, y es que no me dejan aficionarme por el sexo.
Hablando con un amigo cuyo nombre permanecerá en el anonimato (porque tiene páginas con mazo de visitas, y tiene coche, y novia, y pasta, vamos que el tío da asco, así que se jode y no lo nombro), me comentaba que le han llamado por teléfono para darle un premio de 36000 eurillos de nada (seis kilos de los de antes) en efectivo y por la patilla, algo que se podría considerar inaudito si no fuera porque a mí el mes pasado me tocaron 10 noches de hotel gratis para dos personas en Cuba (supongo que la segunda persona la tendría que poner yo, pero siendo Cuba se hace interesante ver si pueden poner alguna autóctona), y es que amiguitos, el tema de la «publicidad ficción» ha llegado ya a niveles de infiltración en nuestra vida que no escaparemos de ella ni muertos.
Centrándonos en el caso del asqueroso est… perdón, de mi amigo, una vocecilla de señorita le confirmaba que la LPLPD (que él dice que significa Le Pienso Limpiar el Puto Dinero, pero yo que soy bien pensado supongo que sería la famosísima Liga Partidaria de la Liberación del Pato Dorado) que había ganado la friolera de 36000 euretes bien majos. Acto seguido ha colgado el teléfono, pensando que le iban a estafar pidiéndole cualquier cosa rara: llamar a un número de esos de 1 euro el minuto y que te ponen la discografía completa de los Beatles mientras esperas que te atiendan, aunque visto como está el tema lo mismo podían haberle pedido un riñón o un pulmón. Pero ¿qué importa si le sobra uno de cada? Es que el hombre es muy tiquismiquis, cualquiera con dos dedos de frente habría dicho que sí. ¿Verdad? Y no se quedaba ahí sino que además había más premios; que si coche de lujo, que si apartamento en Benidorm, que si un harén a elegir entre todas las Miss Mundo y las chicas Playboy del último quinquenio… Total, que no sabría ya si estaba recibiendo un premio o jugando por el escaparate final de aquél programa que era El Precio Justo. Chan chan chaaaaaaaaan chan chan chán.
En mi caso concreto fue un mensaje al movil que me avisaba que me habían tocado 10 nochecitas de hotel para dos personas en Cuba. Hombre, piensa uno, 10 noches de hotel en Cuba, eso tiene que ser como una beca Erasmus pero sin camuflar, vicio y perversión, Godoma y Somorra (o algo así, es que a poco que lo piense me altero un poquito). Para conseguirlo y convertirme en el terror de las cubanitas yo solo tenía que mandar un SMS a un número de esos de 90 céntimos + IVA el mensaje, y seguir las instrucciones que incluyen mandar unos 78904 mensajes más. Yo tengo más confianza en el sistema que mi amigo, así que seguí el proceso con ilusión, pero se me acabó el saldo a los 78903 mensajes; los que sepan mi número, por Dios, hacedme una recarga antes de 48 horas o la jodimos… que no son lo mismo cubanitas que alemanitas…
También conozco el caso de un coche superdeportivo (de esos que se ven en las películas del Yeims Bon ese), que venden porque se le han llenado los ceniceros, por unos 2000 eurillos. Tú solo tienes que enviarle al pavo los 4000 que cuesta embarcarte el saco de patat… el coche desde Canada, sencillo. ¿No? Pues es todo un chollo, un amigo mío tiene ya tres… tres rumanos buscando al hijo de perra del Canadiense.
De todas formas a mi ya no me sorprende nada de esto. La semana pasada le tocaron a mi padre dos relojes Rulex de oro (del que cagó el moro) tasados en 50000 (rupias) y solamente tenía que pagar los 200 euros de gastos de envío (por agencia de transporte, con seguro y la madre que los parió); a mi madre le tocó una enciclopedia de 15000 tomos, ilustrada a mano, con tapas en pellejo de burra (por lo menos) y solo tenía que pagar (una vez más) los gastos de envío; a otro pariente lo seleccionaron entre 300 millones de poetas noveles para salir publicado en un tocho importantísimo, que por supuesto le entregarían gratuitamente como participante del concurso, al miserable coste de 100 mortadelos (Perez Reverte dixit) de ayuda de publicación.
A mí mismo no ha sido la única vez que he ganado algo raro (vamos, lo de las noches de hotel es un chiste), he ganado tantísimas cosas en tantos sorteos en que desconocía que participaba que he perdido la cuenta, lo mismo un día me pongo y saco la lista. Y además estoy seguro que eran sorteos auténticos ante notario, por eso de afortunado en el juego… y que no me como una rosca así me maten.
Hay que joderse.
Es cierto, lo confieso, he perdido mi oportunidad de que me regalen 6 kilos por la patilla, es más, ni siquiera he dejado a la chica (una voz enlatada que sonaba distinta cada cuatro palabras) que me dijera el resto de premios que me habian tocado. Y el caso es que curiosamente no me sobran los millones, pero ya ves tu, desconfiado que es uno. Lo unico gratis que me dan ultimamente son las cartas que recibo del banco, aunque me da que pronto tambien las mandaran contra reembolso (por ahora andan intentando cobrar comisiones tambien de las transferencias -no solo les das dinero, sino que te cobran por cogerlo, manda narices-). Asi va España.
Y bueno, tal vez sea un asqueroso, pero tu mira que eres cabroncete, Antoñete xD
¡¡Pero bueno!! jajaja, me encanta tu blog, me parto de risa con tu forma de contar las cosas.
Oye, ¿y no decías que tenías novia? quiero que sepas que hablaré del tema (en mi blog) sobre lo majos que os ponéis los chicos cuando no estáis solteros.
Por lo demás… creo que te echo un pulso a sorteos ganados y te saco ventaja, jeje.
Un beso.
A mi Amigo No Tan Anónimo Asqueroso. Jo, la culpa es tuya por contármelo.
A Kamala. Pues siento decirte que estás equivocada de pleno, soy soltero y sin novia, que no está el horno para bollos… Uys. ¿He dicho bollos? Lo mismo un día me animo y hablo del tema. XD
Ummm así que soltero… jajajaja. Es broma, entraba a darte un beso.
Jejeje, el otro día vinieron a casa a traerle a mi padre un apéndice de la enciclopedia que compramos hace mil años, la cosa era que mi padre no quería cogerlo y el tío venga a turrarle con que era gratuito; cuando mi padre cogió el libro el tío le dijo que bueno…. que tenía que pagar no sé cuanto de gastos de no sé qué.
Joder, tenías que haber visto a mi padre, se puso como un energúmeno, y luego muy sonriente le dijo que ya sabía que no era culpa suya sino de los hijos de puta de arriba. Jejeje
A mi hermana sin embargo la llamaron porque le había tocado una limpieza dental y volvió a casa con los piños blanquísimos. Y no pagó nada.
Bueno ya paro, que me enrollo mucho.
Ahh! una cosa más, ¿por qué dice Kamala que los chicos os ponéis muy majos cuando estáis solteros? ¿hay algo que nos queráis contar? Naaa, déjalo, es que desde que descubrí un romance bloguero hace tiempo, ahora ando a la búsqueda y cáptura de cualquier ligoteo blogger.
Un beso muy fuerte
Es que todo lo «gratis» que dan las empresas termina saliendo caro, Su. A lo mejor lo de tu hermana fue de la campaña aquella que hicieron sobre higienie bucal hace un tiempo.
En cuanto a lo otro, creo que Kamala decía «cuando no estamos solteros», precisamente porque cuando está todo el pescado vendido ya no hace falta ir en plan depredador buscando la pieza, y es cuando los maromos pasamos de lobos a corderitos. Pero vamos, que yo siempre he sido majíiiiiiiiisimo y mansíiiiiiisimo. ¿Cuela?
Lo siento pero no, no cuela, y eso que no te conozco en persona ;-)