Ser freelance…

…o sea, ir por libre, que hay que explicarlo todo.

Cuando uno trabaja en una empresa la cosa viene siendo sencilla, haces lo que te dicen (mientras no tenga nada que ver con poner el culo en pompa o meterse debajo del escritorio de nadie) y lo que tengas en el contrato (si poner el culo en pompa lo pone en el contrato yo empezaría a preocuparme), tragas con un jefe, dos, tres o los que toquen, con el mobbing nuestro de cada día y según el tipo de trabajo que tengas de vez en cuando soportar las becerradas de algún cliente exaltado y algún compañero inepto de morirse.

Pero trabajar por libre es algo completamente distinto. Ser un «mercenario» (y más si subsistes por debajo del nivel del Mar de Hacienda, o sea que eres de esos que se dedican a la economía sumergida, el dinero negro y tal) tiene muchas ventajas y muchos inconvenientes, tantos que al final resulta que son mundos completamente distintos.

La principal diferencia es que no tienes jefe (yeah), o al menos no tienes un jefe fijo ya que cada primo… perdón, cada cliente (en mi caso temillas de diseño gráfico y web) se convierte de facto en tu jefe. El que paga manda (y tú deber es hacerle creer que lo que quiere es lo que tú vas a hacer). El cliente/jefe es algo tan circunstancial que rara vez puedes terminar odiando a alguien por ello por muy capullo que sea, el tiempo de contacto es demasiado corto y no tienes por qué besarle el culo demasiado tiempo. Además, como asunto completamente circunstancial que es, a menos que hayas firmado algo sobre el trabajo siempre puedes terminar mandándolo a tomar por saco y aquí paz y mañana gloria (se resiente el bolsillo, pero el orgullo se te sale hasta por las orejas, cojonudo para la autoestima). En un curro clásico tu jefe es tu dios y su profeta, y tal y como están las cosas tiene las llaves del purgatorio (los peores encargos posibles) y del infierno (la cola del paro) y si te ciscas en su familia acabarás mal. Siendo un freelance lo peor que puede pasar es que si repites mucho lo del «por saco» acabes cogiendo mala fama.

Los horarios de trabajo son también gloriosos. Puedes trabajar cuando quieras y como quieras (imaginate en un trabajo normal pudiendo estar con tu refresco, tu música preferida a todo tren, el bocata a medio embutir, a las 2 de la mañana porque no te apetecía hacerlo antes), dicen que es bueno marcarse unos horarios rígidos para que el hábito mejore el rendimiento, pero la verdad es que a mí no me ha hecho falta, dentro de todo caos hay un orden implícito aunque desconocido (toma ya). Ni qué decir que te puedes soltar un cuesco sin que un compañero te mire con cara de mala gaita mientras tú poner ojillos de decir «para qué vas a preguntar». A veces un cliente exige tenerte vigilado, eso significa que terminas plantándote a trabajar en un lugar fijo (una oficina o un despacho) para que vean que realmente trabajas,… psa, si no tienes tan mala suerte puedes seguir teniendo el horario que te de la gana (dentro de los márgenes de apertura del sitio donde tengas que estar), y a las malas siempre puedes traerte el trabajo de casa y hacer el teatrillo allí, eso a gusto de los escrúpulos de cada cual (y lo bien que te caiga el cliente). Eso porque de momento ninguno me ha permitido hacerlo con la webcam a través del msn…

La diferencia dolorosa está en lo que se gana. Hay pocos freelance que puedan decir que cobran un pastón (y los que lo hacen son ingenieros), un freelance cobra bastante más pasta que un currito de a pie por el mismo número de horas de trabajo, pero dificilmente va a estar siempre currando. Las listas de espera de clientes son cosa poco menos que de ciencia ficción, la gente no tiene paciencia y si no les puedes hacer el curro cuando dicen se buscan a otro (con lo que pierdes pasta y orgullo) y no puedes evitar tener parones entre un encargo y otro (siempre se pueden ver como vacaciones por tramos, no hay mal que por bien no venga, dicen), así que eso de hacerse rico a base de pegar palos al bolsillo ajeno está dificil (como no sea que seas agente de seguridad freelance, y te lleves un camión blindado lleno de billetes, como hizo el Dioni, que no era freelance pero sabía como funcionan estas cosas). Eso sí, cuando trabajas te quedas a gusto, las cuentas hechas a ojímetro siempre salen beneficiosas y más cuando acabas el trabajo en menos tiempo del que esperabas (las facturas de un freelance se hacen con el mismo estilo que romper un tablón en una exhibición de artes marciales: garrotazo y tentetieso); aunque a veces se echa en falta tener tu sueldecito fijo a finales de mes, aunque no sea para tirar cohetes.

Se que algo más me dejo en el tintero, pero cuando se me ocurra fijo que lo dejo caer por aquí como continuación.

P.D.: Ahora mismo puedo constatar que (a veces) las listas de espera existen, tengo tanto curro que he tenido que darles fecha de comienzo para dentro de mucho a algunos… Para compensar luego me tiraré meses sin ver un trabajo, lo que yo te diga.

Frase del día:
«El cliente no tiene la razón, es más, el cliente ni siquiera sabe lo que quiere.»

4 pensamientos en “Ser freelance…

  1. Su

    Necesito datos técnicos… ¿cuanto cuesta asegurarse como freelance? ¿hay que rellenar mucho papeleo?

    Ya me dirás ¿vale? que quizás tenga que empezar a barajarlo

    Un beso

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  2. exo

    Jajajaja, muy bueno el artículo.
    También soy freelance, y si, te dejas en el tintero, claro..
    Lo primero HACIENDA, que te cobra 200 euros del ala si o si, es decir, meses de ganancia 0 te salen por -200, a no ser que te des de baja ese mes, pero, claro, eso puede ser un ir y venir que pa qué. Y si tienes un cierto volumen de facuración y eres, como yo, un@ burr@ para esos temas fiscales, a pagar asesor, si, asesor, mesecito a mesecito.
    SI, eres como una empresa con beneficios de currante de a pie, así es esto.
    Y, por último y no menos importante, LA ENVIDIA, las caras de tus colegas que curran en ofis, la poca comprensión a tus problemillas, como si tu fueras un jeque y ellos unos esclavos. La cara que se te queda cuando en Agosto ellos se van de vacas con su paga extra y tu te quedas lampando en la city algún cliente despistao..

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  3. AOH/Rasczak

    Su, sirva de guía el comentario de Exo, que sabe bien de lo que habla. Últimamente casi es mejor plantearse fundar una «empresa joven» que con las subvenciones que dan (al menos por aquí, no sé como estará la cosa en tu tierra) el primer año fiscal te sale casi con gastos 0. Darse de alta es muy sencillo, e incluso puedes ir dándote de alta «por tramos», este mes sí, este mes no,… Pero claro, es más papeleo.

    Exo, lo de Hacienda pensaba dejarlo para un post literalmente sangrante pero te me has adelantado. Yo no se tú (espero por tu bien que no), pero yo normalmente trabajo poco y me facturo bonito… Ah, la envidia, eso lo veo yo cuando digo «ves esto», X cientos leuros, 6 horas de trabajo… Lo de las vacas si que me duele, pero por otros motivos tampoco puedo tenerlas, dentro de un tiempo si pienso cogerme alguna.

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  4. exo

    me gusta tu blog, colega de frilancismo. Me apunto a darme un voltio. Escribe lo de hacienda, que si es sangrante nunca está de más!

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